Nacido en
1927, Gabriel García Márquez vivió su infancia, junto con sus abuelos, en
Aracataca, Colombia. Fue aquí donde se crió y donde surgieron ideas y recuerdos
que luego utilizó para sus historias más conocidas. El galardonado con el
Premio Nobel (en 1982) añora esa casa, y se lo deja ver en sus escritos.
La casa de
Aracataca en la que vivió Gabriel García Márquez hasta sus 8 años, posee no
solo historia, sino también historias, personajes y recuerdos que el propio
García Márquez contó al mundo y el mundo allí los conserva. La casa consta de
tres casas. La primera parte, que se ve al ingresar a la casa-museo de Gabriel
García Márquez, nos informa en donde estamos. Aquí podemos ver una modesta casa
hecha de ladrillos que nos invita a seguir recorriendo.

En total la
casa cuenta con 14 ambientes, todos recreados según la memoria del propio
Gabriel García Márquez y de vecinos y familiares del escritor. La casa cuenta con un despacho (donde el abuelo
del escritor se encargaba de los negocios), la sala de visitas, el taller de
platería, el cuarto de hospital, el comedor, la sala de recibo, el corredor de
las begonias, el cuarto de los abuelos, el del mismismo García Márquez, el de
Sara Emilia (hija del tío Juan), el cuarto de los trastos, la cocina y despensa
y el cuarto de los guajiros y el patio (con su árbol imponente y memorioso)
Vale
aclarar que la casa original que pertenecía a los abuelos del escritor
colombiano, fue derrumbada hace unos 40 años, y hoy vuelve a estar de pie. En
la actualidad, la casa museo de Gabriel García Márquez es un ícono de la ciudad
de Aracataca en Colombia, y es una muestra y reconocimiento de la mentalidad
brillante del escritor. Asimismo, la reconstrucción de la casa, en opinión de
quien escribe, no solo se hizo para recuperar un aspecto cultural de Colombia,
sino también en agradecimiento de las maravillosas palabras que Gabriel García
Márquez le deja al mundo…
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