Durante su recorrido por
Jerusalén encontrará pequeñas y grandes maravillas que lo harán querer
descubrir más. Por supuesto, que antes de visitar Jerusalén, se tiene que saber
acerca de la ciudad y de los distintos puntos turísticos e históricos que
visitará. De lo contrario, se perderá de todo lo que significa ese muro, o aquel
templo que esta mirando.
Antes de comenzar el
recorrido debemos aclarar que Jerusalén es la ciudad más antigua del mundo, y
es considerada sagrada por las tres religiones monoteístas más grandes del
mundo: el Islam, el judaísmo y el cristianismo. Esto ya explica el porque del
misticismo que posee viajar a Jerusalén. Por otro lado, antes de comenzar el
viaje, también debe saber que Jerusalén posee una Ciudad Vieja y otra ciudad
Nueva. La Ciudad Vieja está dividida en cuatro barrios: el Barrio Árabe, el
Barrio Judío, el Barrio Cristiano y el Barrio Armenio.
Ahora sí, cuando visite
Jerusalén, no puede dejar de visitar lugares como los siguientes:
El Muro de los Lamentos:
vale la pena saber que este muro es el último vestigio del Templo de Jerusalén,
y que este dicta de la época de Erodes el Grande (alrededor del 37 a .C). Durante la época de
Erodes se creó la Explanada donde se crearon el primer y segundo Templo de
Jerusalén, y hoy es conocido como la Explanada de las Mezquitas (según la
tradición Musulmana), o como la Explanada del Templo (según la tradición
judeocristiana).
El Santo Sepulcro: Según
los Evangelios, aquí es donde se produjo la crucifixión, el enterramiento y la
resurrección de Cristo. Asimismo, la Basílica del Santo Sepulcro es uno de los centros más sagrado del
Cristianismo.
Por otro lado, dentro de
la Ciudad Vieja, encontrará en todos sus rincones diferentes cosas para ver y
conocer, como mercados, bazares, calles laberínticas, y más.
Más allá de los muros, la
ciudad nueva ofrece también diferentes cosas para ver, como la plaza de Zion,
tiendas, cafés, el Mahane Yehuda Market, y otros.
Lo que no puede dejar de
visitar en Jerusalén, es el Yad Vashem, o el Museo del Holocausto. Todos los
seres humanos debemos recordar este suceso, para que nunca vuelva a suceder
algo semejante.
Jerusalén es un lugar muy
conocido en todo el mundo. La historia que tiene este lugar es maravillosa y
mística para todos los creyentes y no creyentes. Ya con pensar en la cantidad
de personas que pasaron por allí a lo largo de la historia del mundo, hace que
uno se ponga a recapacitar. La edificación de la Vieja Ciudad, más allá del
significado religiosos que pueda llegar a tener, es algo digno de ver; lo mismo
sucede con la cultura y las creencias de sus habitantes. Viajar a Jerusalén, en
Israel, puede ser un viaje que le cambie la vida.
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