Hasta comienzos de diciembre, aún el estado de alerta de la erupción del volcán Hudson era rojo. Hace unos días, el nivel de alerta ha bajado a nivel de riego 2-verde. Esto significan buenas noticias, especialmente para los ciudadanos de habitan en aquellas regiones, y aquellos que están planeando hacer un viaje a aquella zona. El nivel 2 indica que no hay peligro inmediato.
Sin embargo, el volcán Puyehue sigue en alerto rojo: erupciones menores, con lo que la ceniza sigue siendo un tema a considerar.
Durante las últimas semanas, y meses, ambos volcanes han largado ceniza y afectado a la región. Si bien el nivel no ha sido muy elevado, los vientos han sido los encargados de desparramar la ceniza en varias regiones, lo que hizo que se cerraran varios aeropuertos o se cancelaran vuelos. Los que más han sufrido con este tema, especialmente con el volcán Hudson, ha sido nuestro vecino Chile. Allí han tenido que evacuar a varios de los poblados en la zona circundante del volcán.
Por otro lado, las cenizas del volcán se han instalado en gran parte de la región sur de Argentina, y esto los ha afectado mucho a nivel económico. Debido a las cancelaciones de los vuelos y la incertidumbre que ha ocasionado la situación, mucha gente no ha podido (o querido) dirigirse a esa zona. Asimismo, la cantidad de ganado que ha muerto y las plantaciones que se han perdido han sido muy grandes.
Ahora, esa situación ya parece ir menguando lentamente. Con uno de los volcanes en nivel de alerta verde,y el otro disminuyendo lentamente su emisión de ceniza día a día, la región volverá de a poco a sus actividades diarias. Aun puede llegar a haber algun reatraso por el volcán Puyehue, especialmente en días de mucho viento. Sin embargo, la situación no está como hace varios meses atrás y los aviones están llegando a la región sur de Argentina. Por lo que el turismo puede seguir visitando y recorriendo todas las maravillas que el sur (y todas las regiones de Argentina) tienen para ofrecer. En estos días, la ceniza no es un gran impedimento para no viajar (salvo alguna que otra situación esporadica hasta que para la emisión desaparezca de forma definitiva). Por lo que crucemos los dedos para que esto acabe pronto del todo y para que no vuelva a suceder algo de tal magnitud, en los próximos años.
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